ALBONDIGAS DE BUEY CON SALSA DE BOURBON
Una receta de albóndigas con toque tejano, una
elaboración de hace cientos de años. ¿?
Audio de la Receta : Albondigas de Buey con Salsa de Boubon
Audio de la Receta : Albondigas de Buey con Salsa de Boubon
Las albóndigas eran un plato refinado de carne picada
con aderezos, propio de las clases sociales altas, lejos de lo que hoy se
considera un plato de recurso económico de los menos pudientes que “alarga” el
producto principal que, generalmente, es la carne.
Pero una buenas albóndigas pueden ser un plato
excepcional siempre que se mantengan dos premisas fundamentales, una buena
materia prima y una elaboración refinada.
La albóndiga o almondiga, como es ya admitido en el
Diccionario de la RAE aunque como vulgarismo, tiene ya unos añitos.
En Español el término viene del árabe “albunduqa”, que
a su vez proviene del árabe antiguo “bunduqah”
y este a su vez del griego pontikón que significa nuez (asimilación por la forma).
La verdad que eso de hacer bolitas de comida y
guisarlas no parece ser nada nuevo y aparece en prácticamente todas las
culturas culinarias.
De Re Coquinaria es un libro del siglo I d.c.
atribuido a Marco Gavio Apicio y considerado un Manual de Cocina Imperial
Romana.
No es, sin embargo, el libro de cocina más antiguo que
se conoce, existiendo algunas otras referencias y recetas anteriores.
Se asume en diversos sitios la autoría de este libro
al nombrado Marco Gavio Apicio, aunque al parecer existieron tres ilustres
personajes de ese nombre, y los tres afamados gastrónomos.
De los tres, Marco Gavio era probablemente el más
famoso, además del más peculiar.
Nació aproximadamente en el año 25 d.c. y su vida fue
un continuo desenfreno, extravagancia y derroche.
No había en Roma quién pudiera competir con el en lo
fastuoso de sus festines.
Dicen que en uno de ellos se llegaron a consumir
5.000 lenguas de flamencos rosa y otros tantos sesos de ruiseñor.
También decían que llegó a alimentar a sus cerdos con
higos secos y vino con miel para dar mejor sabor a sus carnes.
No os exaltéis. Recordáis los masajes con sake
caliente y la cerveza que se les da a los bueyes de Kobe, esto se lleva
realizando siglos en esta aldea de Japón, además de alimentarlos con los
mejores piensos.
Como habíamos dicho, las excentricidades del personaje
eran múltiples, pero la mayor era su desmedida obsesión por la comida y la
bebida.
Y esa obsesión fue la que le llevo a su muerte.
Pero no fue un atracón o algo similar, como podríamos
pensar.
Decíamos que sus festines eran memorables y, por ende,
nada baratos.
Derrocho una fortuna de 60 millones de setercios y
cuando “solo” le quedaban 10 millones de sestercios, se deseperó al pensar que
no eran suficientes para satisfacer su mesa; entonces puso fin a su vida con un
vaso de veneno.
Hay que apuntar que esa “minucia” que le quedaba, esos
10 millones de sestercios, equivaldrían a uno 3 millones de Euros actuales.
Bueno. Pues a este personaje es al que se le atribuye
el “De Re Coquinaria” en el que se incluyen varias recetas de albóndigas, como
esta que podeis ver a continuación:
Picar trozos de carne con migas de pan de
trigo macerado con vino. Añadir pimienta, garum y, si se quiere, puede picarse
baya de mirto (arrayan) vacía.
Hacer albóndigas pequeñas, rellenándolas
de piñones y añadiendo pimienta. Envolverlas en sebo y asar ligeramente con
careno (vino de pasas).
Pese a que la mayoría de las recetas de albóndigas son de pescado hace
diversas consideraciones con las de carne:
Las albóndigas de pavo son exquisitas si se
consigue que al freírlas queden tiernas. Les siguen en calidad las de faisán;
en tercer lugar, las de conejo, luego las de pollo y finalmente las de
cochinillo tierno
Bueno, después de toda esta ilustración sobre el
personaje y, algo, sobre las albóndigas que extenderemos otro día, vamos a la
otra punta del mundo para darles un toque NorteAmericano a nuestras albóndigas
con una salsa en la que el bourbon es el aderezo más peculiar.
Acompañaremos nuestra albóndigas con un pan de cebolla
y queso del que pondremos la receta próximamente.
Pero ya que hemos contado tanto no vamos a dejar la
antigua roma.
La música elegida nos traslada a esa época (al menos
en película)
Vamos a entrar con fuerza en la cocina con la música
de Miklos Rozsa y la banda sonora de Ben Hur y con la Parada de Cuadrigas
Interpretada por André Rieu
que no se diga que no le ponemos energía a la cocina.
- 500 gr carne de buey
- 3 rebanadas pan de molde sin corteza
- 100 gr cebolla morada
- 2 dientes de ajo
- 15 dl salsa perrys
- 25 ml leche
- Sal
- Pimienta negra
- 2 huevos
- Harina para rebozar
- Salsa de Bourbon
- 160 gr kétchup
- 75 ml bourbon de calidad
- 40 gr miel
- 30 ml vinagre de manzana
- 20 ml vino blanco semidulce
- 10 ml salsa perrins
- 10 ml salsa de soja
- 1/2 c/c pimienta negra molida
- 1 c/c mostaza de dijon
- 1 c/s azúcar moreno
- 1 c/c maicena
PREPARACIÓN:
- Picamos a cuchillo muy fina la carne de buey.
- Rallamos la cebolla y el ajo
- Remojamos en un plato el pan con la leche
- Ponemos en un bol la carne, la cebolla y el ajo.
- Aderezamos con la sal, pimienta y la salsa perrins
- Mezclamos bien todos los ingredientes
- Tapamos con papel film y dejamos macerar durante 20 minutos.
- Mientras macera hacemos la salsa.
- Diluimos la maicena en el vino blanco.
- Ponemos todos los ingredientes de la salsa en un cazo a fuego lento empezando por los líquidos y removenos bien con unas varillas.
- Finalizamos con el vino y la maicena.
- Dejamos cocer removiendo de vez en cuando durante unos 15 minutos.
- Remojamos las rebanadas de pan de molde con la leche
- Batimos bien los dos huevos
- Mezclamos el pan y la leche con la carne macerada
- Ponemos a calentar una sarten alta con aceite para freir las albóndigas.
- Hacemos unas albóndigas más bien grandes
- Rebozamos ligeramente las albóndigas
- Encendemos el horno a 180º
- Las freímos a fuego medio por tandas. Debemos hacerlas solo un poco, lo suficiente para que mantengan la forma.
- Una vez fritas todas las albóndigas, las pasamos a una fuente para horno o una cocotte que podamos tapar.
- Las cubrimos con algo más de la mitad de la salsa, tapamos la cazuela o la fuente y las ponemos al horno
- Bajamos la temperatura del horno a 160º y dejamos cocinar durante 30 minutos.
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