La receta de hoy es que no hay receta.
Bueno no exactamente, al menos como las habituales. Es
una humilde recomendación que considero que puede ser beneficiosa para muchos.
La limpieza y la abstinencia.
Aquí es donde me empiezan a tirar piedras, cuchillos y
otras lindezas.
Me refiero a la abstinencia de determinadas comidas, ayudado
por un par de elaboraciones beneficiosas
para el organismo.
Menos mal que no os he recomendado el ayuno.
No pretendo, por supuesto, dármelas de nutricionista
ni nada similar pues no tengo esos conocimientos exhaustivos que debe tener un
médico y, es más, cualquiera que pudiera tener cualquier problema médico debe
acudir a un facultativo antes de llevar a cabo cualquier acción que pudiera
afectarle aunque sea mínimamente.
Dicho esto, creo que las recomendaciones que hoy me
atrevo a dar pueden ser beneficiosas para la mayoría de la gente y sobre todo,
a aquellos que, como suele ser habitual, nos hemos pasado lo nuestro en estas
fiestas navideñas.
Prácticamente toda celebración suele desembocar en
deliciosas viandas.
Las navidades, actualmente, se han convertido en una
sucesión continua de ágapes de diversos motivos, ya sea con compañeros de
trabajo, amigos, y por supuesto los obligatorios de comida y cena de navidad,
nochevieja y demás.
Con tanta celebración, llega un momento en que nuestro
cuerpo se satura. Es común escuchar quejas de tanta comida y tan copiosas.
Es por esto que he creído que, en lugar de dar otra nueva receta,
podría ser una buena ocasión de contar como podemos hacer descansar a nuestro
cuerpo de ese estrés alimenticio que le hemos dado.
Alguien podría extrañarse de que le llame estrés pero
realmente hemos estado llevando a nuestro cuerpo a situaciones que no son las
habituales.
Ya hemos dicho que se suelen suceder numerosas
celebraciones y por tanto comidas que además llevan aparejadas circunstancias
comunes.
Cuando uno va a una cena de amigos de navidad no dice
“A mi unas acelgas y un filete de pollo a la plancha” ¿Verdad?
Lo habitual es que todas las comidas sean “De Fiesta”,
y esto quiere decir alimentos que no son habituales y que generalmente tienen
un mucho de grasas, colesterol, azucares etc. A lo que habitualmente añadimos
nuestro vinito, copas etc. Todo lo cual hace que nuestro organismo deba
trabajar mucho más para procesar tal cantidad de alimentos y para eliminar las
sustancias que no le son necesarias o incluso perjudiciales.
Así pues, uno
de los centros fundamentales de nuestro organismo se lleva la palma del trabajo
navideño, el hígado.
El hígado es el laboratorio principal del cuerpo.
Tiene múltiples funciones entre las que se encuentran:
Produce bilis
que acumula en la vesícula biliar, y la descarga en el estómago cuando es
necesaria para deshacer las grasas que ingerimos.
Metabolismo y
almacenamiento de grasas.
Procesa todos
los elementos procedentes de nuestro sistema digestivo transformando aún más los
nutrientes y toxinas para hacer de los primeros moléculas más beneficiosas para
el cuerpo y las toxinas menos perjudiciales.
Metabolismo de
los hidratos de carbono además de recibir
y producir glucosa que envía al torrente sanguíneo cuando se necesita.
Eliminar
impurezas de la sangre.
Almacenar
hierro y vitaminas A, B12 y D.
Y muchas más.
Vemos que tiene funciones primordiales y cuando le
sometemos a un trabajo excesivo como en el caso de esta multitud de
celebraciones, puede llegar a resentirse y a acumular una cantidad de toxinas
importante.
Así pues, tras estas maravillosas, aunque
contundentes, celebraciones, vamos a cuidar un poco de nuestro cuerpo.
La primera no receta es una cura a base de aceite y
limón.
Nada más levantarnos y en ayunas, tomaremos una
cucharadita de aceite de oliva virgen extra de gran calidad y prensado en frio.
(no nos valen mezclas de aceites que hayan sido procesados).
Inmediatamente después tomaremos el zumo de medio
limón en un vaso de agua templada (a la temperatura del cuerpo).
Esta preparación hace que se “drene” el hígado y
estimula la vesícula biliar ayudando a eliminar las sustancias perjudiciales
acumuladas.
Debemos esperar al menos 1 hora para ingerir otros
alimentos.
También se recomienda repetir esta toma por la noche
antes de la cena, esperando igualmente una hora antes de ingerir alimentos.
Seguiremos este proceso al menos una semana.
La segunda parte de esta limpieza es el desayuno.
Haremos un batido super natural que aseguran que es
bueno para el tratamiento de múltiples enfermedades, incluidas las más graves.
INGREDIENTES (1 persona):
- 75 gr zanahoria
- 150 gr uva negra
- 100 gr remolacha fresca
- 30 gr rama de apio
- 2 ramas de perejil (solo las hojas)
- 1 c/c ralladura de jengibre fresco
- Lavamos bien la zanahoria pero preferiblemente NO la pelamos. Es rica en potasio y fosforo y contiene betacaroteno, provitamina A, que ayuda como ya sabemos a reparar células dañadas y por su cantidad de potasio y fosforo es una excelente vigorizante para mentes cansadas y restaurador de nervios. Contiene además fitoesteroles que ayudan a controlar la absorción de colesterol y ayuda a depurar la sangre.
- Limpiamos la remolacha y, como es más difícil dejarla bien la podemos pelar. Contiene gran cantidad de vitamina C y es rica en hierro y acido fólico necesario para la formación de la hemoglobina.
- Las uvas las lavamos bien y no le quitaremos las semillas, pues contienen grandes cantidades de antioxidantes, mejora la circulación, contiene bioflavonoides que refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos, antibacteriano y antiinflamatorio, ayuda a depurar la sangre etc, etc.
- Del perejil, como hemos indicado, usaremos las hojas. Las lavaremos bien y usaremos con los demás ingredientes. El perejil es igualmente un potente antioxidante, contiene betacaroteno (pro Vitamina A), calcio, fosforo hierro y azufre, clorofila que ayuda a depurar el cuerpo y fundamentalmente los riñones de toxinas y grasas también por su poder diuretico.
- El apio es un gran depurativo, tiene propiedades antibacterianas y eliminador de tóxicos, mejora el transito renal y contien minerales como el potasio y el sodio y vitaminas B1, B2 y B6, regula el colesterol y mejora la digestión.
- El jengibre es eficaz contra gripe y resfriados, pero fundamentalmente eleva la temperatura corporal, lo que puede ayudar a subir el metabolismo y eliminar por la piel diferentes toxinas (al igual que nos ocurre cuando tenemos fiebre pero sin sentirnos mal).
Ponemos
todos nuestros ingredientes en el vaso de la batidora y trituramos hasta hacer
un zumo suave. Lo consumimos inmediatamente.
Lo tomaremos durante una
semana.
Se recomienda hacer
comidas ligeras, bajas en grasas y, al menos durante una semana NO TOMAR NADA
DE CARNE sobre todo roja.
Igualmente eliminaremos la
bollería industrial y tomaremos todos la fruta y verdura posible.
No os quejéis que no es
Ayuno.
Y finalmente la música.
Dicen que para la
realización de ayunos y similares es fundamental la relajación.
Está comprobado que los
adagios y lentos favorecen la relajación y concentración.
Una maravillosa y
relajante música es la Maditación de
Thais de Julian Massenet que podeis escuchar aquí:
https://www.youtube.com/watch?v=N4oMm1id9Bc
Felices post fiestas
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